Es en cuatro paredes y sin luz donde te encuentras, es en el silencio donde te escuchas y es en las puñaladas que recibes donde conoces el valor de la honestidad.
Que no te cuenten historias, aquellos que no fueron derrotados y lastimados por amor, que no digan que vivieron porque no es así.
La verdadera sabiduría se esconde en el silencio, porque mientras más grande es el dolor más privado es el corazón.
Son los corazones que una vez se enfadaron con el mundo los que vieron parte de el, son aquellas personas conocedoras de los caprichos de la mente quienes saben cómo funciona.
No hace falta que te digan que entre dos está la experiencia, porque todos aquellos que hemos sido arrastrados no hemos estado necesariamente al lado de alguien, se puede sufrir sin estar comprometido, se puede llorar sin poseer a nadie, podemos quemarnos sin un anillo, podemos suspirar a base de pasar páginas que nunca se acaban.
Son esas personas, las que han dejado alguna vez de existir y no saben en que momento sucedió, las que saben de lágrimas ocultas que ya se cansaron de salir, donde existe el saber de las cosas, que no te digan que una noche de san valentin y un ramo de flores es experiencia.
Son aquellos, los que por fin pueden escuchar esa canción que antes una persona no les dejaba, donde se encuentra la superación, que no te cuenten que están curados de espanto aquellos quienes sólo conocen de cines, citas y cenas felices y no saben lo que es el insomnio ni sobrevivir a una tormenta de las que no se olvidan.
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