Las agujas del reloj pasan tan deprisa, que no te da tiempo a hacer todo lo que querrías. Los días pasan tan rápido que los inviertes en cosas, la mitad cosas que no te convienen.
Y llega un día en que miras hacia atrás y te das cuenta que el tiempo es como un avión con pasajeros, vuela y vuela hasta llegar a su destino, y miras al presente y una vez que llegues a tu destino puede que ese destino no es lo que te gustaría, que no surgieron las cosas como deberían surgir o simplemente como lo creíste imaginar.
La energía, es la principal fuente de vida que tiene el ser humano para sobrevivir...y hablo de energía como una forma más de vida porque ella es la que se adentra en nuestro motor diario y nos ayuda a proseguir a pesar de los obstáculos.
Claro, que luego está la rutina, ella no es preferible por nadie, ella cansa, agota y sobre todo se lleva una parte fundamental de nosotros, las ganas de continuar, esa energía, la cual te hace hacer cosas por el resto de 24 horas del día, ganas de vivir.
Los días, las personas, los cambios, los sentimientos... hacen que muchas veces esa energía, se esconda, y digo esconda, porque personalmente, creo que mientras estemos vivos y nuestro corazón late al ritmo adecuado tendremos energía, por ello pienso que no se va nunca del todo, siempre hay algo que viene o está dentro de ti que pone nombre a esa fuente inagotable. Constantemente, nos quedamos atascados en una autopista a 80km/hora sin rumbo, en una jaula con alas. Y es verdad que cuando esto pasa, nos quedamos en un estado de descontrol, con la mente abatida y cerrada muchas veces sin saber el por qué.
Sin saber, que decir, que hacer, que sentir ni que decisiones tomar...y es que, muchas veces mientras más cosas sabemos de la vida, mientras más experiencias y más personas conocemos, menos sabemos.
Pero de eso se trata la vida, a veces te pone medios en tus manos sin que los quieras los cuales te hacen volver atrás, como una tábula rasa, te hacen retroceder y hasta olvidar todo lo que sabes.
Quizás con el objetivo de que vuelvas a aprender, de que matices o aprendas con mayor precisión esas experiencias que creías cerradas para volver a vivir otras.
Pero esto no es todo, el ser humano, tiene otro poder, el poder de decisión.
Ese poder que hace que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos tomamos continuamente decisiones. Me levanto o no me levanto, voy al trabajo o no voy al trabajo, salgo a correr o no salgo a correr, estudio o no estudio, la llamo o no la llamo...
Esas decisiones son las que se corresponden o determinan nuestras finalidades, nuestro destino.
Dicen que el destino, está escrito desde que naces hasta que dejas de existir, pero personalmente creo que tu destino es tuyo y nadie tiene el poder de cambiarlo, excepto tú.
Pueden decirte que mañana encontrarás un trabajo, pueden decirte que mañana te tocará vivir en un país diferente al actual, pueden decirte que conseguirás reunir todos tus propósitos....pero todo el resto está en tus manos, tienes dos manos, supongamos que en la izquierda hay una opción y en la derecha otra opción, eliges una, esa es tu decisión y ahí está tu destino, si tú eliges algo, ahí se queda para siempre, solo tú tienes el poder de cambiar algo, como dicen que, un deseo no cambia nada pero una decisión lo cambia todo, pues a eso me refiero.
La negatividad, es otra cara de la psique humana, como bien nombrabamos antes, la rutina desborda a la energía y la falta de energía a la negatividad, y es que muchísimas cosas hay que van de la mano, y al mismo tiempo se nos escapan de las manos...
La negatividad, podría tener dos caras, una buena y otra mala. La buena es que nos hace ser realistas y la mala es que nos anula el pensamiento optimista.
Y es que, queremos a veces que el mundo entero quepa en nuestra cabeza, pero es imposible.
Y es que lo que hace a veces terrible una situación o una espectativa somos las propias personas. Nosotros tenemos el poder de elegir, hacer daño o que nos dañen, de sacrificar cosas, de no tomar el control del orgullo, de no ver las cosas que están cerca, de querer lo que está lejos, de cometer errores o hacer que cometan errores, de estar ahí dandolo todo o no estar ahí cuando nos necesiten, de no valorar los pequeños lujos o detalles o de valorar los grandes detalles que valen menos que los pequeños, de intentar algo que está perdido o se perdio con el tiempo o de no intentar algo que puede hacernos más felices, de no medir el valor de las palabras que dañen a los otros a medir las palabras que a la misma vez dañan igualmente...de muchas otras más cosas.
Cada día, nos damos cuenta de que el principal enigma de todo, somos nosotros y los demás, que por desgracia debido a ello los días se van volviendo más grises, cada vez notamos más que valoramos menos la importancia de las cosas, cada vez valoramos más un momento cuando ya es recuerdo, cada vez cometemos más errores y no vemos las soluciones, cada vez hay más momentos malos que buenos, cada vez hay más miradas que expresan todo y más palabras que no dicen nada, cada vez hay menos príncipes azules, cada vez hay más desilusiones y menos ganas....
Pero solo una cosa es cierta, que el mundo sigue cada vez girando. Que las ganas o la energía también se toman su descanso o su tiempo para volver a ver el sol, como nosotros, que mientras estemos aquí, tenemos mil oportunidades para caer y levantar o tomarnos nuestro tiempo para ceder y levantarnos poco a poco.
La negatividad existe, pero las cosas buenas también...
No olvidemos que la mente es como la piel que se regenera con el paso del tiempo, y el corazón tiene la capacidad de recomponerse...
No olvidemos levantarnos, nada es eterno... si necesitas tu tiempo para ser feliz, tómatelo, pero no olvides que esa es tu meta.
Elévate poco a poco...piensas que si estás aquí es por algo....
Caer es inevitable y sufrir las secuelas también...
Cuando estés preparado para subir y volver a despegar, vuelve a volar pensando en que nunca sabes cuando volverás a caer pero con la seguridad de que si caes, sabrás que volverás a levantarte.