También sabemos, que somos lo que hemos vivido, conforme a nuestras experiencias, tanto buenas como malas, pero hoy quiero ir más allá de un simple papel Biopsicosocial, hoy quiero hablar de algo que a veces no se quiere ver pero está ahí, hablo de la educación.
Educar, no es una simple palabra de traspasar las formas de diálogo, respeto, amabilidad, moralidad y legalidad, que a veces se enseñan de forma errónea, educar es muchas cosas.
Educación no sólo para la sociedad sino para la propia persona, me refiero a educar el corazón, no el conocimiento.
Educa a tu hijo/a de tal manera que cuando sea adulto/a sea capaz de saber qué es el perdón, que se vista de honestidad todos los días de su vida, sólo así podrá llegar lejos.
Educa a tu hijo/a para que sea capaz de ser una persona competente y no influenciable.
Educa a tu hijo para que sepa que llamar puta a una mujer no le hace más hombre, edúcalo para que sepa que la virtud de las mujeres no se llama virginidad, sino inteligencia y libertad.
Educa a tu hija para que sea fuerte, independiente e inteligente.
Educa a tu hija para que comprenda que machacar a otra chica verbalmente hace que las mujeres no avancemos.
Hay algo que vale más que saber mucho académicamente, la sinceridad.
Educa a tu hijo/a para que entienda que no debe esperar nada de nadie, sino todo de él/élla.
Educa a tu hijo/a para que crea firmemente en sus principios y sea lo suficientemente grande para defenderlos.
Educa para que entienda y reconozca sus emociones y sentimientos, la adolescencia no se basa en adoptar una identidad hipotecada, es decir, patrones adultos, sino vulnerables para que así crezcan dándose cuenta de sus fallos. No le des facilidad para apoderarse de todo, sólo dale alas para que crezca dentro de sus actitudes y decisiones, caídas y sacudidas.
Demuéstrale que la dependencia emocional es sinónimo de anulación personal, pero que también la generosidad es sinónimo de buen corazón. No te vale de nada ser una persona aparentemente inteligente si no eres otra persona emocionalmente madura, que sabe ver dentro de sí y también de los demás. No te vale de nada ser alguien que se sabe todas las leyes si no sabes lo que es la justicia y no eres capaz de adoptar planes efectivos para personas con necesidades ya sean con diversidad, familias, niños, ancianos, ricos o pobres. No eres nadie porque tengas mucho dinero si no quieres compartirlo, y tampoco eres nadie si siendo persona te creas alguien para quitarle el derecho de vida a otra persona con las mismas funciones organísmicas que las tuyas.
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