domingo, 9 de agosto de 2015

Una emoción más...

Pues sí, constantemente soy un globo de emociones, que sube y baja.
Vuelo hasta llegar a sentirme en otra dimensión, vuelo hasta alcanzar límites insospechados, pero siempre con los pies en la tierra y dándome la oportunidad a mi misma de ver sin anestesia la realidad, lo que es, sin más.
Hoy estoy en la cima y mañana en el suelo, pero siempre con la sensatez de saber lo que quiero.
No cambio de opiniones, si de emociones...
altamente sensible a una sola palabra que crea en mi irracional impotencia.
Impotencia que hace que no me calle nada, mujer déspota que el género opuesto no tolera.
A veces las emociones asustan cuando nos hacen sentir mal, un bache lo tiene cualquiera, solo hay que dejarlo que haga su curso.
La sensibilidad puede ser nuestra habilidad o nuestro defecto, haciendo que experimentes ahogos y hastíos, que hoy estás aquí y mañana no sabes donde, pero el lado positivo es que estás constantemente experimentando y sintiendo, estas vivo, no eres de piedra.
Siempre y cuando sepas saber llevar el timón de tus emociones, sin apegarte a ellas, sin darle poder a que te dominen, estas vivo.